La velocidad con la que evoluciona el mercado rara vez es compatible con los ritmos de desarrollo de una nueva tecnología en viticultura; los límites “normativos” también dilatan irremediablemente el tiempo necesario para adoptar nuevos modelos vitivinícolas, a veces banalizando o, incluso, frustrando los esfuerzos de la investigación.
A pesar de estas dificultades, Vivai Cooperativi Rauscedo, convencidos de que la Investigación y la Experimentación son la única arma para afrontar los retos del futuro, han puesto en marcha un programa a largo plazo de mejora genética basado en la técnica del cruce y de la selección, en el que participan más de 70 variedades de uva de vino y de mesa, que representan bien el panorama ampelográfico nacional e internacional.